El valor de la amistad
Por Elizabeth A. Castillo Martínez
Febrero 14,2022.
El valor de la amistad
Poesía de la autoría de Liaazhny en zapoteco y en español
Poesía de la autoría de Liaazhny en zapoteco y en español
El valor de la amistad
Por Elizabeth A. Castillo Martínez
Febrero 14,2022.
El valor de la amistad
Las alas del amor
por:Elizabeth A.Castillo Mtz.
Febrero 13,2022.
Los años han tejido nuestras alas
Grandes y fuertes,
Aprendimos a volar juntos,
Cada uno su propio vuelo unidos en el amor.
Cuando los vientos iracundos
Quisieron derribarnos
El amor de Dios nos sostuvo
Y nos elevamos de nuevo.
Aquí estamos, más fuertes que nunca,
Siempre hombro a hombro
Cuidando las alas del otro
Al paso del inexorable tiempo
Cuando ya no podamos surcar los cielos
Sé que estaremos juntos
En un vuelo diferente
Amándonos por siempre.
El
Cantarito
Por:
Elizabeth Alejandra Castillo Martínez/Liaazhny
Estábamos terminando de cursar un diplomado para mejorar
la Educación en México impartido por excelentes profesionales Cubanos, recuerdo
con mucho agrado que fueron muchos los profesores que concluyeron después de
dos años de intenso trabajo.
Con el afán de celebrar ese logro se realizó un sencillo
programa en el cual hicimos un pequeño intercambio de regalos. A mí llegó un
hermoso cántaro y cuando tuve que decir unas palabras, viajé de inmediato hasta
mi niñez y mi hermosa tierra tan grande en creencias culturales y su forma de
ver el mundo.
Cuando tenía como nueve años enfermé, siempre me dolía el
estómago, no dormía bien, estaba irritable y durante el día solo quería dormir,
empecé a adelgazar más y parecía un costal de huesos, casi no comía y mi piel
se tornaba amarillenta. Un día estaba sentada afuera de la casa cuando pasó la
señora Isabel que en paz descanse y le dijo a mi madre, ¿qué tiene tu niña? Y
mi mamá le hizo un breve resumen de mis síntomas y ella con mucha seguridad le
dijo,- ¡Tiene susto!¡Se quedó en algún lugar! Trae a la señora para que la
cure, se puede morir.
Contactó mi mami a la señora curandera inmediatamente y
ella ordenó juntar trece tipos de flores, parafinas, alcohol o mezcal, un plato
hondo con agua y un cantarito. Una vez reunido todo el material se acordó el
inicio del ritual que tendría que ser por tres días consecutivos y muy cerca de
las 12 del día.
El inicio como muchos de ustedes conocen, muy solemne,
con mucho respeto y siempre encomendándose al creador, la señora(mail Leen
Abraham) dio inicio. Justo a las doce del día me llevó a la orilla del pozo que
en aquel tiempo tenía mucha agua y con los rayos del sol se veía hasta el
fondo.
Tomó el Cantarito vacío y golpeando sobre la boca de este
empezó a llamar en Zapoteco, Tib nees, tib nees Betoooo, Tib nees, tib nees
betooo,( en español quiere decir, sigue el camino Beto, sigue el camino, ese
camino lo indicaba el sonido del Cantarito)
mi mamá la interrumpió tocando su hombro y muy quedito le corrigió en
zapoteco- Betty Nan mail Leen, Betty.(Betty comadre Elena, Betty) La ancianita reanudaba el llamado y otra vez…
Tib nees tib nees Betooo y así lo hizo durante tres días justo a medio día.
Ustedes ya han de imaginar, cualquiera ante ese llamado
insistente a medio día y a través del eco del pozo, no se podía resistir a
regresar. Ese fue el resultado de esa curación de susto y de que trajera a mi
alma de regreso a mi cuerpo según nuestra cosmogonía, por eso me llamaba a
través del cántaro y que después de esto realmente mejoró notablemente mi
salud.
Lo anecdótico y la
relación que encontré a este hecho fue muchos años después, cundo conocí a mi
compañero de vida y dije: “Bendito cántaro” a quien llamó la ancianita
suplicante en aquel tiempo, fue a Beto, (así se llama mi esposo) que llegó
desde el norte del país a conocer y a casarse con su Princesa Zapoteca.
Primer lugar en el concurso Cuéntame tu historia de grupo SABIR.
LA CITA
Fue un lunes por la mañana
Cuando ella posó frente al espejo,
Quería verse especial ese día
Tenía un esperado encuentro.
Como en algún tiempo
Escogió un bonito vestido
Algo lindo pero discreto
Zapatillas y bolso combinable.
Maquillaje ligero,
Perfume dulce y delicado aroma
Solo unos pequeños pendientes
Y un collar de perlas sintéticas
que hacía contraste con aquel vestido.
Llegó la hora, ilusionada
Y con una emoción conocida,
Llegó al punto del encuentro,
Su añejo corazón latía con fuerza,
Y no podría describir su sonrisa
Al ver la silueta de aquel hombre amado.
Él al verla la saludo con un cariñoso beso
Diciendo con su enorme sonrisa
Que también él sentía que aquél encuentro
“Era una cita”
Sonrieron juntos y se fueron,
tenían un largo día solo para ellos.
Te amo por siempre, adorado Hijo.
Todos los derechos reservados
Liaazhny/2020
En estos días previos a la celebración
en México conocida como Fiesta de todos santos, en los comercios locales ya se
puede vislumbrar un gran colorido de adornos, muchos ajenos a nuestra hermosa
tradición que es la de recordar con gozo a quienes ya se nos adelantaron.
Para ello en mi hermoso
pueblo, las familias se preparan de diversas maneras, desde la engorda de los
pollos, gallinas, guajolotes o totolas para el delicioso mole, o la molienda
del cacao para la inigualable bebida con la que se recibe por la mañana a las
almas, el chocolate.
Así empiezan los preparativos
y no se puede olvidar encargar el pan de muerto, el resobado, y el exquisito
Pan de yema, para este tiempo es mi preferido, a mí me encantan los que hace mi
cuñado Saúl Pérez, tiene un sabor peculiar y distinto a todo el pan de yema que
he probado, pero mi madre siempre lo encarga con otra señora muy conocida
también, ella a cada pan le pone el nombre del difunto que se le indica, muy
colorido y con la típicas calaveritas de pasta.
Se compran velas de cera
blanca con tiempo anticipado para que no falten, se asea la casa y se van a
limpiar las tumbas y todo el cementerio.
Cada año dejaba mi hogar familiar para llegar a la casa de mi madre y
participar de esa mística tradición, el olor a las flores de yagüee me endulzan el alma. Antes de salir
ponía en la mesa un vaso con agua, una botellita de mezcal y unas frutas, mi
hijo mayor por cuestiones escolares siempre se quedaba en casa.
En un día que hablamos por
teléfono me dijo: ¿Mamá cuando regresas? tu papá llegó cuando te fuiste, ¿cómo?
No Sali de mi asombro e insistí, ¿por qué dices eso?
-Recuerdas que el año pasado
que no pudiste ir a Oaxaca pusiste un altarcito y llegó una gran mariposa negra
que se posó en una de las esquinas de la casa muy cerca de la ofrenda? -Si lo
recuerdo, pues ahora igual Mamá, aquí está la mariposa en el mismo lugar, no se
mueve para nada, es tu papá que vino a visitarte.
Recuerdo muy bien que a
nuestro regreso a casa, lo primero que hice fue entrar y buscar la mariposa,
efectivamente allí estaba todavía, como si estuviera esperando pacientemente.
Me acerqué y coloqué un gran
vaso de agua y unas frutas al tiempo que le hablaba con todo mi cariño como si
él pudiera escucharme, después de unos minutos, voló y Salió de la casa, y con
lágrimas en los ojos le dije: ¡Hasta el próximo año mi viejo!